A los 6 años de edad, su vida cambió para siempre cuando le diagnosticaron diabetes. No supo inmediatamente lo que significaba, pero el hecho de darse cuenta de que el resto de su vida consistiría en pinchazos en los dedos y controlar su nivel de azúcar fue difícil. Después de asistir al Camp Roaring Sun a través del — campamento de Nicklaus Children’s Hospital para pacientes con diabetes—, Dayana está conociendo a otros niños que pueden identificarse con sus experiencias y está aprendiendo más sobre cómo vivir con diabetes. El campamento le ayudó a sentir que podía participar en actividades en las que antes no creía poder, y en sus propias palabras, a sentirse normal. Este año, el Camp Roaring Sun recibió el apoyo de los Nicklaus Children’s Young Ambassadors (NCYA) y varios de los socios también se ofrecieron como voluntarios en el campamento.
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